El valor de seguir adelante
Adán Francisco Aguilar
Cerdas
Fátima de Damas, Quepos
Una inundación destruyó su casa y luego una descarga
eléctrica lo dejó sin brazos ni piernas, pero esos hechos no hicieron mella en
la voluntad de Adán Aguilar, quien se propuso lograr tener una nueva casa y
superar su discapacidad con una voluntad de hierro.
Como dice
la frase proverbial "las desgracias nunca vienen solas", pero a
pesar de ello siempre podemos encontrar algún valiente que les haga frente,
incluso cuando todo parece estar cada vez más en contra.
El caso es
que, no solo una inundación lo dejo sin casa, sino que luego una descarga
eléctrica, lo dejo sin brazos ni piernas a los 19 años, mientras trabajaba en
una plantación de palma africana en Quepos.
Se trata de
la vida de Adán Francisco Aguilar Cerdas, para quien ambas contrariedades no
fueron obstáculo para seguir adelante.
Voluntad de hierro
Primero,
con voluntad de hierro, se propuso superar la falta de extremidades superiores
e inferiores y tratar de hacer la vida lo más natural posible para él y su
familia.
Luego, su
meta más reciente fue postularse, por segunda vez, al Bono Familiar de Vivienda
y adquirir con el subsidio una casa en el proyecto Fátima, en Quepos, la cual
ya comparte con su compañera Katherine Gómez y su hija Keidelyn.
"Ahora
tenemos nuestra casa y estamos bien y muy contentos", sentencia Adán. Para él
ha sido de gran satisfacción trasladarse a su nueva vivienda, después de varios
años, los cuales calificó como "muy duros", en los que vivió en una
construcción precaria levantada con materiales de desecho como cedazo y sarán.
Tiempo atrás, Adán había recibido el bono de vivienda para construir una casa
en la comunidad de Portalón de Quepos. Al año de vivir en ella, una tormenta
azotó la región e inundó esas tierras, bañadas por las aguas del río Savegre.
Lo que fue la casa de Adán sufrió daños tan severos que fue declarada
inhabitable. Troncos, sedimentos y torrentes de agua la arrasaron. "Ahí lo
perdí todo", dijo y el terreno debió donarlo a la municipalidad para postularse
a un segundo bono.
"No me quedé de brazos
cruzados"
Para
obtener esta segunda vivienda comentó, "no me quedé de brazos cruzados y viajé
varias veces a San José y Cartago" para realizar los trámites del bono. A finales del 2019, tras muchos esfuerzos, y
la colaboración de muchas personas, finalmente pudo tener una nueva casa financiada
con el subsidio.
Afirmó
estar muy agradecido con el BANHVI y la MUCAP por el trato recibido. Comentó
que cuando lo llamaron para entregarle las llaves de la casa, vio ese momento
como una bendición de Dios. Instó a las personas interesadas en obtener el Bono
de Vivienda, a no cesar en el esfuerzo y trabajar para cumplir con la
documentación que se solicitan. "No esperen que les llegue la casa", deben
luchar, perseverar, insistir y no darse por vencidos.
La vida de
Adán cae como anillo al dedo para encajarla en algunas de las frases del motivador
Zig Ziglar: "Una gran
cantidad de personas no tienen idea de lo que pueden hacer porque les han dicho
que no lo pueden hacer" dijo el motivador estadounidense del siglo XX. Don Adán
afirma lo mismo con sus propias palabras: "Si en mis circunstancias yo pude, otros
también, sobre todo si no tienen alguna discapacidad".